El Manya como siempre PRESENTE.

Que fantástica, fantástica esta fiesta, esta fiesta con amigos y Sin Ti.
( No te pongas celoso BOBIT@!!! que igual te tuvimos presente ....porque... y ya lo ve y ya lo ve, el que no salta se va a la B )
Un@ de l@s tant@s Manya en nuestra hinchada
-Gastón- nos envia material de la fiesta en Montevideo

Deportivo perdió pero Uruguay festejó.


Gracias Gastón por estar, por el material para el Aquelarre y por darnos una buena excusa para agradecer en tu nombre a tod@s l@s herman@s ururguay@s del querido "Peñarol" que siempre están junto al Pincha.

La pasión cruzó el Río de la Plata
Esa hinchada incondicional
Unos 12.000 fanáticos del Pincha llegaron al Centenario; superaron en cantidad a los de Boca

MONTEVIDEO (De un enviado especial).- No fueron mayoría, pero en las tribunas del Centenario dejaron su impronta, con una fidelidad incondicional. Se puede decir que una minirrevolución provocaron los hinchas de Estudiantes (por aquí se dijo que ni Boca trajo tanta gente), que se mostraron durante todo el día, mucho antes del comienzo del encuentro, con camisetas y banderas por las calles de esta ciudad.
El contingente de fanáticos platenses estuvo conformado por unas 12.000 personas, entre las que hubo niños y hasta ancianos. El respaldo al conjunto de Alejandro Sabella ya se advirtió, aunque en menor escala, cuando el Pincha jugó en Asunción frente a Libertad. En esta oportunidad, incluso, la barra blanquirroja se reforzó con seguidores locales: bastantes simpatizantes de Peñarol apoyaron la aventura copera de Estudiantes, club con el que mantienen un buena relación.
Las banderas de las agrupaciones Leones Rugientes, Juan Sebastián Verón, 16 de Octubre, Pincha Pasión, Locura Pincha, Bancarios del Provincia y Zubeldía de Ensenada fueron las principales y más destacadas que decoraron la tribuna Colombes y la platea América. Los seguidores del León llegaron temprano a la cancha, y con globos, banderas y cintas le pusieron color a la fría noche de la capital uruguaya. El viaje también fue especial, pues en el último barco los hinchas se encontraron con la banda de rock Las Pastillas del Abuelo y los músicos desenfundaron instrumentos (guitarra y saxo) e interpretaron temas de cancha para agitar el clima previo.http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1133398

Una hinchada que no habla de "pasión" sino que la vive.
Pareciera que muchas veces "la pasión" se entiende - según intentan imponer los que representan a un grupo siempre muy minúsculo pero que existe enquistado en cada hinchada- por ir a la cancha a "descontrolar" a desahogar la frustración cotidiana, viendo "quien se la aguanta mas" estando en otro tema, siempre en "otro tema" aunque canten mientras el equipo juega. Es claro, no les importa lo que sucede en el campo de juego porque la mayoria de ellos no se podrían atener a las "reglas de un juego", ese maravilloso deporte que mueve masas, como es el fútbol. Entre nuestras filas están por supuesto pero son muy minoritarios, porque Estudiantes no los necesita para movilizarse. La familia pincharrata se mueve sin que nadie los arengue. La familia pincharrata se moviliza por sus medios y no le debe "nada a nadie" que no sea a ese equipo que pone " lo que hay que poner "cuando mas se lo necesita.
Por esto aparecieron elogios al clima que desplegó la HINCHADA PINCHARRATA hasta en los medios de la prensa escrita uruguaya.
Haciendo un desembarco de localía absoluta, llenando todas las calles de Montevideo de Rojo y Blanco- como no se recuerda prescedentes de otro equipo- pero además y como si eso fuera poco, demostrando que la pasión no se "proclama" se siente y se ejerce haciendo del momento de encuentro UNA VERDADERA FIESTA A SER VIVIDA.

MONTEVIDEO, Uruguay (Enviado especial).- La nota no pasó desapercibida a los hinchas de Estudiantes que, antes de pegar la vuelta a la Argentina, leyeron el diario El País de Uruguay. En su suplemento Ovación, con la firma de Jorge Savia, un artículo tenía un sugestivo título: "¿No tendrán drogados ni borrachos?". Y contenía el mejor de los elogios para una hinchada, en este caso la de Estudiantes. El artículo decía textualmente:"Será que Defensor perdió `lejos` o, al menos, que en casi ningún momento dio sensación de tener posibilidades ciertas, cercanas, de llegar al empate.Puede que haya sido eso. O no; quién sabe. Lo cierto es que hubo un momento en que a uno le empezó a entrar ganas de `irse` del partido en sí; pero no del estadio. Al contrario: fue un velado placer estar ahí, en ese espectáculo casi hasta extraño para los tiempos actuales. Viendo y, fundamentalmente, escuchando los cantos de la multitudinaria y genuina (por más que haya tenido agregados "manyas") hinchada de Estudiantes.Ni un insulto. Ni un agravio. Nada que chocara. Pareció una hinchada argentina, pero de las de antes; aquellas que -como ésta- ensayaban coros sutilmente afinados y basados en tonadas tradicionales. Fue como para preguntarse: en La Plata, o entre los pincharratas, ¿no hay delincuentes, no hay violentos, no hay drogados, ni siquiera borrachos?".